En 1999, un grupo de ocho entidades sociales radicadas en Aragón se planteó la necesidad de constituir un espacio que vertebrase su actividad con dos fines. Por un lado, generar sinergias entre ellas, de tal modo que se lograse una proyección interna entre las propias organizaciones a través de la mejora del conocimiento mutuo, compartiendo información, coordinando sus actuaciones y acometiendo trabajos en común, entre otras iniciativas.
Por otro lado, aquellas entidades sociales aragonesas pretendían amplificar su proyección externa, articulando un espacio común que representase a estas entidades frente a la Administración.
Después de un proceso de definición y consenso entre aquellas ocho organizaciones, la Red Aragonesa de Entidades Sociales para la Inclusión inició su actividad en el año 2001. La Red nacía con la pretensión de incidir en una mejor integración de las políticas sociales, de empleo y económicas, con el objeto de que los poderes públicos respondieran a las necesidades e intereses de las personas que viven en situación de pobreza y exclusión social.

La representatividad de la Red dentro del tercer sector de la acción social en Aragón ha dado un salto de gigante desde sus orígenes, pasando de sus ocho entidades fundadoras a aglutinar hoy en día a más de medio centenar de organizaciones.